"Cosa de un sueño"

Eran las 8 de la tarde de un día de verano. Anastasia conducía de camino a casa por una carretera de montaña. Desde ahí veía como poco a poco el sol se iba poniendo en ese infinito horizonte. Mientras se quedaba obnubilada con ese majestuoso cielo anaranjado de ensueño, la radio local anunciaba terribles noticias.
"Última hora: se ha producido un accidente en la central nuclear de Rumanía. Se han liberado miles de gases tóxicos por metro cúbico, esto ha  provocado que el nivel de oxígeno haya disminuido un 85%, lo que quiere decir que es un problema irreversible. Si no encontramos rápido una solución, estamos ante lo que podría ser el fin de la vida tal y como la conocemos.
Por ahora, miles de personas han fallecido en el lugar del accidente debido a la explosión y a la falta de oxígeno. Se espera que este aire nocivo se propague e inunde al resto de países en los próximos días. Por su seguridad, no salgan de sus casas y compren mascarillas".
Anastasia se quedo en shock después de escuchar aquella noticia. Se olvidó de repente de aquel atardecer. Era cuestión de días o meses que ese gas llegase hasta ella y su familia y bueno hasta todo el país. Pensó en su familia, en todo aquello que no había hecho por miedo. Aquellas cosas que nunca dijo, los abrazos y besos que no dio. Pero ahora tenia una prórroga para poder hacerlo.
Sentía pánico al saber que le quedaba poco tiempo para disfrutar de la vida.

...

Pasaron dos meses hasta que aquel gas fue aniquilando a toda la población.
En las noticias solo aparecían escenas apocalípticas: el cielo grisáceo,casas y tiendas desatendidas, carreteras llenas de polvo y coches abandonados, cadáveres...
Días antes de que el gas llegase hasta Anastasia, el Gobierno del país había enviado a 11 personas unas máscaras especiales que convertían ese gas tóxico en oxígeno. Tan solo a 11 personas. ¿Qué pasaría con el resto de la población? Morirían.
Anastasia y su hermano fueron dos de los afortunados en recibir esa máscara. No sabían porqué. Solo sabían que vivirían, al contrario que el resto de las personas, plantas y animales.
Anastasia decidió compartir su oxígeno con su perrita Wise, aunque tarde o temprano, más bien temprano, tuvo que lidiar con su muerte. Anteriormente sufrió la pérdida de toda su familia y amigos. Así que ahora solo quedaban ella y su hermano Marc.

...

Hacía 5 meses que la Tierra había sido devastada. Toda forma de vida había muerto y por tanto era inhabitable. Solo los 11 elegidos seguían aún con vida. Ellos y otros pocos privilegiados que habían conseguido ahorrar algo de oxígeno.
Anastasia y Marc llevaban un tiempo deambulando en busca de fármacos, oxígeno... cualquier cosa que pudiese ayudar a revertir aquella situación o que ayudase a crear una fuente inagotable de oxígeno. Buscaban en todos los lugares, laboratorios, fábricas, farmacias...
Un día, buscando en un laboratorio escucharon a alguien. Era uno de los 11. También estaba intentando encontrar algo que lo ayudase. Se llamaba Rubén. Fue así como con el paso de los meses, los 11 se reunieron y hablaron sobre el mundo, cómo devolver el oxígeno al planeta Tierra y cómo repoblarlo.

...
Dos años más tarde.

Anastasia, Rubén y Marc caminaban por un paseo donde había pequeños árboles aún creciendo de manera artificial. Estaban en pequeñas celdas de plástico esperando para salir en algún momento.
Habían creado una pequeña ciudad donde poder dar el primer paso hacia un mundo nuevo.
Tan solo fue el comienzo de una Nueva Era.
NLR

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